OLULA del RÍO
Comarca
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Valle del Almanzora:
“MUTILACIÓN FERROVIARIA”
“MUTILACIÓN FERROVIARIA”
Mario López Martínez
Funcionario del Cuerpo Superior de Administradores.
Funcionario del Cuerpo Superior de Administradores.
EXTRACTO:
Dice Mario: “La Junta discrimina a Almería sistemáticamente especialmente desde finales de los “años setenta”, pero de todas las discriminaciones hay una que por su crudeza, gravedad y obscenidad, se lleva la palma. Me refiero al cierre de la “Línea Férrea del Almanzora”, también conocida como “Guadix-Almendricos”, y cuyo trazado de 161 kilómetros en su mayor parte discurría por el Valle del Almanzora. Se podría resumir esta actuación de la Junta de Andalucía como la brutal amputación de la mitad de la infraestructura ferroviaria de una provincia ya de por sí necesitada de comunicaciones.
Dice Mario: “La Junta discrimina a Almería sistemáticamente especialmente desde finales de los “años setenta”, pero de todas las discriminaciones hay una que por su crudeza, gravedad y obscenidad, se lleva la palma. Me refiero al cierre de la “Línea Férrea del Almanzora”, también conocida como “Guadix-Almendricos”, y cuyo trazado de 161 kilómetros en su mayor parte discurría por el Valle del Almanzora. Se podría resumir esta actuación de la Junta de Andalucía como la brutal amputación de la mitad de la infraestructura ferroviaria de una provincia ya de por sí necesitada de comunicaciones.
Construida con capital británico a finales del Siglo XIX como nexo de unión entre Murcia y Granada y, por ende entre Andalucía y Levante. Pronto apuntó su vocación minera, recogiendo el mineral de hierro de los ricos criaderos de Serón y Bacares. Se explotó como Ferrocarril de Lorca a Baza y Águilas. Permitía mediante un ramal desde Almendricos al Cargadero de “El Hornillo” (Águilas) el embarque del mineral.
El ocaso de la minería en la Sierra de los Filabres a finales de los años 60 del Siglo pasado hizo proyectar las primeras sombras de incertidumbre sobre la línea. No obstante, seguía cumpliendo una extraordinaria función social de articulación del territorio, y económica, con el transporte del mármol de las canteras de Macael en el Alto-Medio Almanzora hasta las estaciones de Purchena, Fines-Olula, Cantoria y Zurgena, y de allí a distintos puertos mediterráneos, especialmente en la Comunidad Valenciana. En esos últimos años son célebres las circulaciones de los míticos TER a Valencia, y el clásico expreso Granada-Almería a Barcelona (“El Catalán”), además de los trenes especiales para transportar a los jornaleros que periódicamente viajaban a Francia para la vendimia.
En esto que llegamos al año fatídico de 1.984 para nuestro Valle. La Junta de Andalucía ya se había constituido en 1.981 y en sus megalómanos planes estaba el cierre de esta línea ferroviaria alegando ser altamente deficitaria.
El antecedente directo de los sucesos que se desencadenaron más tarde fue el Consejo de Ministros de 30 de septiembre, en el que se decidió el cierre de 1.507 kilómetros de vías férreas en toda España, basándose únicamente en lo deficitario que resultaba su mantenimiento.
No obstante, el Gobierno Central dejaba abierta la puerta a que las Comunidades Autónomas afectadas pudieran mantener, mediante auxilios o inversiones en su mejora, el servicio de las líneas amenazadas de cierre.
En caso contrario, el servicio ferroviario se suspendería a partir del día 1 de enero de 1.985. De nada sirvieron las negociaciones entre las Comunidades Autónomas afectadas y Renfe. La gran línea que conectaba Andalucía con Levante fue ajusticiada sin piedad por la Junta y como hemos dicho murió para siempre aquel fatídico día 1 de enero de 1.985.
En caso contrario, el servicio ferroviario se suspendería a partir del día 1 de enero de 1.985. De nada sirvieron las negociaciones entre las Comunidades Autónomas afectadas y Renfe. La gran línea que conectaba Andalucía con Levante fue ajusticiada sin piedad por la Junta y como hemos dicho murió para siempre aquel fatídico día 1 de enero de 1.985.
Sin embargo, la Junta si optó por sufragar el déficit de otras tres líneas amenazadas de cierre: Utrera-La Roda, Huelva-Zafra y Los Rosales-Zafra para mantener la conexión de Andalucía Occidental con Extremadura.
También le llegó el indulto a la línea Granada-Bobadilla, que por aquel entonces se encontraba también en situación análoga de abandono.
También le llegó el indulto a la línea Granada-Bobadilla, que por aquel entonces se encontraba también en situación análoga de abandono.
Consumado el hecho, Almería perdía el 52% de los kilómetros de ferrocarril que tenía con anterioridad y más del 30% de la población perdía su acceso al ferrocarril. A partir de 1.985 sólo el 50% de los almerienses (la capital y algunos núcleos del Bajo Andarax y el Nacimiento) tenían acceso a este medio de transporte, mientras la media andaluza se situaba por encima del 70%.
Como fue posible semejante aberración. No se debió a criterios técnicos, estudios de viabilidad, expectativas de tráfico o perspectivas de rentabilidad futura. El criterio -según Mario López Martínez- fue político. Con el cierre del ferrocarril se cortaba de raíz la vinculación socioeconómica de Almería con el Levante y se le mantenía cautiva del eje del Guadalquivir.
Para el Gobierno de Andalucía, el culpable del cierre fue el Ministro de Transportes, Enrique Barón, porque su padre dirigía la empresa pública Enatcar y su objetivo era derivar pasajeros del tren a la carretera. Consumada la tragedia, continuó hablándose desde la propia Junta de estudios para la reapertura de la línea. Impúdica exhibición de mapas y líneas de colores, detrás de los cuales no había nada, sólo el recochineo de aquellos que la cerraron y que después prometían abrir.
Volviendo a hacer referencia al pequeño ramal que quedó abierto, Almendricos-Águilas, salvado por Murcia, hoy quedan en servicio dos coquetas estaciones almerienses, de aire inglés colonial, Pulpí y Jaravía, que disponen de tres relaciones diarias de cercanías con la capital murciana, además del TALGO que prolonga su recorrido hasta Águilas en verano. Muy esclarecedor: almerienses bajo el paraguas de Murcia, frente a almerienses bajo el dominio de Andalucía. Muestra perfecta de que la geografía y la historia, tarde o temprano, acaban ganándole la partida al sectarismo.
P.D.- He omitido algunas expresiones que por su dureza me parecían excesivas. Fondo y forma deben estar en consonancia. La reivindicación está totalmente justificada pero se puede expresar con menos agresividad.
Juan Sánchez-NOVIEMBRE-2.016
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