CUEVAS de ALMANZORA:
“Criminal de oficio de justicia contra los que resulten reos y cómplices en la herida con arma de fuego que sufrió Antonio Collado Duarte, de cuyas resultas murió”
(Es copia del original)
“Criminal de oficio de justicia contra los que resulten reos y cómplices en la herida con arma de fuego que sufrió Antonio Collado Duarte, de cuyas resultas murió”
(Es copia del original)
En la Villa de las Cuevas a doce de abril de mil ochocientos treinta y seis, D. Vicente Jiménez Fernández Granados, Alcalde de ella abre el siguiente “Auto de oficio”:
“A la hora de las doce de la noche, poco más o menos, se me ha presentado un hombre herido, conducido por Bartolomé Fernández, soldado nacional y Juan Alonso Martínez que manifestan haberle hallado en tal disposición cerca de la choza de Martín Ruiz. Dada la gravedad del sujeto y para proceder a su reconocimiento, mando comparezcan inmediatamente el Sangrador Diego Miralles Pozo y el médico D. José Cotán. Una vez tomada la declaración al herido y dada la gravedad del mismo se proceda a su evacuación urgente al Hospital de San Antón; todo ello sin proceder contra las personas que resulten culpadas y de probar lo demás que corresponda. Pues por este asunto asi lo determino y firmo doy fe”Diligencia: consiguiente a lo mandado por Bartolomé Fernández fueron citados ante el S. Alcalde el Sangrador Diego Miralles y el médico D. José Cotán, los cuales comparecieron doy fe. AHPA. Expedientes judiciales. (J- 116,nª373).
“A la hora de las doce de la noche, poco más o menos, se me ha presentado un hombre herido, conducido por Bartolomé Fernández, soldado nacional y Juan Alonso Martínez que manifestan haberle hallado en tal disposición cerca de la choza de Martín Ruiz. Dada la gravedad del sujeto y para proceder a su reconocimiento, mando comparezcan inmediatamente el Sangrador Diego Miralles Pozo y el médico D. José Cotán. Una vez tomada la declaración al herido y dada la gravedad del mismo se proceda a su evacuación urgente al Hospital de San Antón; todo ello sin proceder contra las personas que resulten culpadas y de probar lo demás que corresponda. Pues por este asunto asi lo determino y firmo doy fe”Diligencia: consiguiente a lo mandado por Bartolomé Fernández fueron citados ante el S. Alcalde el Sangrador Diego Miralles y el médico D. José Cotán, los cuales comparecieron doy fe. AHPA. Expedientes judiciales. (J- 116,nª373).
El reconocimiento médico:
El Escribano en presencia de D. Vicente Giménez Fernández Granados, Alcalde de esta Villa, del médico D. José Cotán y del Sangrador Diego Miralles Pozo, transcribe el reconocimiento de la persona que se dice herido, el cual está tendido en la entrada de la casa de su merced, con una manta de gerga por cabecera, vestido con camisa y calzoncillos de lienzo blanco de lino, calzólas de travilla, un alpargate y pañuelo rodeado a la cabeza, y a su inmediación una faja encarnada usada; en faldar delantero de la camisa un agugero redondo y en correspondencia con este una herida como de bala en el lado derecho del bajo vientre por encima del empeine de la cual vertía muy poca sangre, notándosele en la ropa bastante humedad y suciedad como de bomito: en cuyo estado el facultativo y sangrador habiendo hecho traer la medicina necesaria procedieron a su curación de primera intención, quedando instruidos del encargo se les hace por el auto precedente. Y para que conste mando el S. Juez se acredite todo por diligencia que firma con los espresados facultativos y el Escribano que de ello doy fe.
El Escribano en presencia de D. Vicente Giménez Fernández Granados, Alcalde de esta Villa, del médico D. José Cotán y del Sangrador Diego Miralles Pozo, transcribe el reconocimiento de la persona que se dice herido, el cual está tendido en la entrada de la casa de su merced, con una manta de gerga por cabecera, vestido con camisa y calzoncillos de lienzo blanco de lino, calzólas de travilla, un alpargate y pañuelo rodeado a la cabeza, y a su inmediación una faja encarnada usada; en faldar delantero de la camisa un agugero redondo y en correspondencia con este una herida como de bala en el lado derecho del bajo vientre por encima del empeine de la cual vertía muy poca sangre, notándosele en la ropa bastante humedad y suciedad como de bomito: en cuyo estado el facultativo y sangrador habiendo hecho traer la medicina necesaria procedieron a su curación de primera intención, quedando instruidos del encargo se les hace por el auto precedente. Y para que conste mando el S. Juez se acredite todo por diligencia que firma con los espresados facultativos y el Escribano que de ello doy fe.
Declaración del herido:
“En esta Villa de Cuevas y noche del doze al trece de abril de mil ochocientos treinta y seis, D. Vicente Jiménez Fernández Granados Alcalde de ella ante mi el Escribano recivio juramento al herido que resulta de estas diligencias, el cual hizo por Dios y una señal de Cruz, ofreciendo producirse con verdad en la que fuere preguntado, y siéndolo por su nombre vecindad estado y causa de su herida.
“En esta Villa de Cuevas y noche del doze al trece de abril de mil ochocientos treinta y seis, D. Vicente Jiménez Fernández Granados Alcalde de ella ante mi el Escribano recivio juramento al herido que resulta de estas diligencias, el cual hizo por Dios y una señal de Cruz, ofreciendo producirse con verdad en la que fuere preguntado, y siéndolo por su nombre vecindad estado y causa de su herida.
Dijo:
“Que se llamaba Antonio Collado Duarte, vecino de esta Villa, casado con Ana María Perona: que en esta noche como a la queda, se encontrava en la Choza de Martín Ruiz su amo Pago de Aírales, en compañía de este, de Felipe Galera, de Gonzalo Ruiz y de Pedro Cuaresma y llego Diego de Rojas Martínez diciendo que estaban robando el Berde, (Forraje que resulta de la germinación de granos de cereales y que se corta como alimento para los animales), que le acompañasen, y con efeto le acompañaron y estando cerca de los bancales de Doña Ana Márquez vio tres o cuatro hombres que hicieron frente y dispararon un tiro con el que le hirieron y después dieron a huir, por lo que no conocía a ninguno, y volviéndose hacia la choza de su amo en el camino hallo a Felipe Galera quien continuo con el y desde allí otros hombres le trageron a esta casa del Señor Alcalde. Que es cuanto sabe y puede decir en razón de lo que se le ha preguntado y de lo que ha ocurrido, y la verdad en descargo de su juramento en el cual y esta su declaración que se afirmo y ratifico, no firma (…)
“Que se llamaba Antonio Collado Duarte, vecino de esta Villa, casado con Ana María Perona: que en esta noche como a la queda, se encontrava en la Choza de Martín Ruiz su amo Pago de Aírales, en compañía de este, de Felipe Galera, de Gonzalo Ruiz y de Pedro Cuaresma y llego Diego de Rojas Martínez diciendo que estaban robando el Berde, (Forraje que resulta de la germinación de granos de cereales y que se corta como alimento para los animales), que le acompañasen, y con efeto le acompañaron y estando cerca de los bancales de Doña Ana Márquez vio tres o cuatro hombres que hicieron frente y dispararon un tiro con el que le hirieron y después dieron a huir, por lo que no conocía a ninguno, y volviéndose hacia la choza de su amo en el camino hallo a Felipe Galera quien continuo con el y desde allí otros hombres le trageron a esta casa del Señor Alcalde. Que es cuanto sabe y puede decir en razón de lo que se le ha preguntado y de lo que ha ocurrido, y la verdad en descargo de su juramento en el cual y esta su declaración que se afirmo y ratifico, no firma (…)
El herido muere:
Testimonio de sepultura:
“Yo el infrascripto Escribano publico de los Reynos del Numero y Juzgado de esta Villa de las Cuevas: Doy fe que en la tarde de este dia hecha por los facultativos inspección del cadáver y por los Ministros Parroquiales las exequias funerales en el Cementerio de San Diego de esta Villa, se dio tierra al cadáver de Antonio Collado Duarte en un sepulcro abierto a una vara de la pared Norte, ocho pasos de la puerta del huesario, comunicado a poniente desde dicho sepulcro en dirección oblicua a la derecha; cuyo cadáver vestido con camisa y calzoncillos de lienzo blanco, destruido todo su vientre quedo colocado con la caveza al norte y los pies a la parte del mediodía. Y para que conste en virtud de lo mandado pongo el presente signo y firmo en Cuevas a catorce de abril de mil ochocientos treinta y seis.
Testimonio de sepultura:
“Yo el infrascripto Escribano publico de los Reynos del Numero y Juzgado de esta Villa de las Cuevas: Doy fe que en la tarde de este dia hecha por los facultativos inspección del cadáver y por los Ministros Parroquiales las exequias funerales en el Cementerio de San Diego de esta Villa, se dio tierra al cadáver de Antonio Collado Duarte en un sepulcro abierto a una vara de la pared Norte, ocho pasos de la puerta del huesario, comunicado a poniente desde dicho sepulcro en dirección oblicua a la derecha; cuyo cadáver vestido con camisa y calzoncillos de lienzo blanco, destruido todo su vientre quedo colocado con la caveza al norte y los pies a la parte del mediodía. Y para que conste en virtud de lo mandado pongo el presente signo y firmo en Cuevas a catorce de abril de mil ochocientos treinta y seis.
Juan Sánchez-NOVIEMBRE-2.016
No hay comentarios:
Publicar un comentario