COMARCA:
“SACAR EL SOL DE LA CABEZA”
“SACAR EL SOL DE LA CABEZA”
• La Medicina Popular en Almería.
• José Antonio García Ramos.
• José Antonio García Ramos.
Según nuestro añorado José Antonio García Ramos (q.e.d.), es la enfermedad de mayor dominio popular en el área de objeto de estudio y la más original de nuestro folklore médico. Ha sido una práctica generalizada en casi todas las comarcas de Almería y en especial en la zona de Filabres y de los Vélez. Baste decir que esta práctica, José Antonio la ha registrado en pueblos como Líjar, Chercos, Oria, Albox, Cantoria, Garrucha, Cuevas, Vélez Rubio…
El llamado “sol metío en la cabeza” es un proceso inespecífico extendido en nuestra zona. No es demasiado frecuente en otras medicinas populares.
La causa de esta enfermedad sería un “ojo de sol” que sería ese tiempo de insolación que el enfermo recibe en la cabeza cuando el sol aparece entre las nubes y se vuelve a ocultar. El sol entonces “se mete en la cabeza”. Señalar que “ataca” con más frecuencia a los niños que a los adultos. Se manifiesta con una rica sintomatología como dolor de cabeza, fiebre, astenia, malestar, propios de los procesos que cursan con hipertensión cerebral. También pueden aparecer vómitos. Los niños se sienten “alicaídos”, “aterraos”, “desganaos”…
Cuando alguien presenta esta sintomatología que haga sospechar “el sol metío” hay que acudir a quienes sepan rezarlo. Antes de iniciarse el tratamiento hay que hacer el diagnóstico, que al mismo tiempo sirve como pauta terapéutica.
Esta práctica ha de realizarse en la calle, con el enfermo expuesto sol. Tiene que ser un buen día despejado y con sol.
Esta práctica ha de realizarse en la calle, con el enfermo expuesto sol. Tiene que ser un buen día despejado y con sol.
Se prepara una sartén y en ella se vierten “dos o tres dedos de agua” a la que se la añade después mucho más vinagre que agua. En esta agua avinagrada se hace flotar una mariposa (Candelilla que flota en el aceite y dura encendida muchas horas). Cuando la mariposa está encendida se tapa con un vaso “boca abajo” que apoya su filo en el fondo de la sartén. Hay que emplear un vaso de los “bastos” tipo Duralex, pues un vaso fino “cortaría la carne”. La sartén con este contenido se coloca sobre la cabeza del enfermo, sin que el agua avinagrada se derrame, al tiempo que la curandera dice:
“Este sol se ha salio
Por donde se ha metio”
Por donde se ha metio”
Se retira la sartén de la cabeza del niño y se reza un credo. Se vuelve a poner la sartén sobre la cabeza del enfermo y se repite:
“Este sol se ha salío
Por donde se ha metío”
Por donde se ha metío”
Se reza otro credo y se vuelve a repetir:
“Este sol se ha salío
Por donde se ha metío”
Por donde se ha metío”
Se vuelve a rezar otro credo con la sartén retirada de la cabeza del enfermo. Cada vez que la curandera reza y pronuncia la frase “Este sol se ha salío….” Hace una señal de la cruz y besa sus dedos pulgar e índice. Durante el tiempo de la ceremonia y por combustión de la mariposa pueden ocurrir dos cosas: la primera es que por la combustión de la mariposa y por efecto del gas formado por ésta, el agua sube dentro del vaso invertido hasta llenarse. Este es un fenómeno explicable por las leyes físicas ya que la combustión de la mariposa enrarece y calienta el aire del interior del vaso por lo que el agua sube al disminuir el aire de volumen, se hace un vacío que hace que el agua ascienda dentro del vaso invertido -apareciendo a través del cristal, un número más o menos abundante de burbujas- y “según sea el chorro de las pompas” así de fuerte es el sol que se ha metío, o que tiene la cabeza del enfermo.
La segunda posibilidad es que la cosa quede como al principio, o sea que el agua no ascienda hasta el fondo del vaso, con lo que la cura por un lado no dará resultado o el diagnóstico no es positivo. (“No ha dado resultao, el enfermo no encontrará mejoría”). La concepción final de la ceremonia es que las burbujas “son el sol que sale de la cabaza”. Si la mariposa “chupa, chupa”, el diagnóstico es positivo: “hay sol” o “es el sol”. Si no salen burbujas el diagnóstico es negativo y la cura fracasa. El enfermo sigue igual, “no ha dao resultao” y hay que repetir la ceremonia otra vez con otros nueve credos. Si el diagnóstico es positivo, pronto habrá mejoría.
La segunda posibilidad es que la cosa quede como al principio, o sea que el agua no ascienda hasta el fondo del vaso, con lo que la cura por un lado no dará resultado o el diagnóstico no es positivo. (“No ha dado resultao, el enfermo no encontrará mejoría”). La concepción final de la ceremonia es que las burbujas “son el sol que sale de la cabaza”. Si la mariposa “chupa, chupa”, el diagnóstico es positivo: “hay sol” o “es el sol”. Si no salen burbujas el diagnóstico es negativo y la cura fracasa. El enfermo sigue igual, “no ha dao resultao” y hay que repetir la ceremonia otra vez con otros nueve credos. Si el diagnóstico es positivo, pronto habrá mejoría.
Juan Sánchez-NOVIEMBRE-2.016
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