OLULA del RÍO
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“Costumbres del Almanzora”
QUEMAR AL JUDAS TRAIDOR
QUEMAR AL JUDAS TRAIDOR
Cuando la Semana Santa toca a su fin y ya conmemorada la Resurrección de Cristo en los pueblos del Alto Almanzora, entonces se da paso a una tradición de influencia murciana; un rito o costumbre popular que hunde sus raíces en su origen pagano, y que la religión católica ha adaptado a sus celebraciones religiosas como un festejo de carácter lúdico-religioso, se trata de “La quema del Judas”.
En este festejo llama la atención la venganza contra “el judas”, el apóstol traidor y que se celebra en los municipios de Urrácal, Somontín, Lúcar, Armuña del Almanzora y Alcóntar. Aunque en cada pueblo tiene sus matices distintos, como elemento común, se representa la muerte de Judas, que es simbolizado por un muñeco de paja acompañado de fuegos artificiales, carretillas, petardos y pólvora.
Los vecinos de los municipios de Urrácal y Somontín han recuperado con auge esta peculiar tradición cuyo origen se desconoce, aunque coincide con otras muchas extendidas por otras culturas y otros lugares del mundo. Años atrás se consideraba una tradición pagana de iniciación, en la que los jóvenes de cada localidad daban el paso de niños a hombres. Para ello, probaban su fuerza y valor plantando en el suelo el árbol más grande que encontraban en el bosque, un símbolo en el que el tamaño era factor determinante. En la actualidad, los juderos han conservado la esencia pero también han incorporado a la tradición la presencia de mujeres: las juderas.
Los preparativos comienzan días antes, pero el Sábado de Gloria cuando se celebra “la noche del Judas”, se ultiman los últimos detalles para que todo salga bien. Se interrumpen los preparativos unos minutos antes de las doce de la noche para ir a la puerta de la Iglesia y, rodeándola de traca y con abundancia de cohetes, celebrar sonoramente la Resurrección.
Durante toda la noche continúan los preparativos del Judas, se termina de colocar el enorme álamo donde se cuelga y decora la plaza para que todo esté preparado para la quema del muñeco (Judas). Esa noche se reúnen los vecinos en torno a una hoguera que se enciende en la plaza. Todos en buena armonía degustan los típicos postres de Semana Santa como buñuelos acompañados de chocolate, roscos fritos,…que previamente han preparado todas las mujeres. La mistela y el anís también hacen acto de presencia a lo largo de la madrugá.
Al amanecer ya está todo preparado para el momento de la quema del Judas. Crece la expectación momentos antes de que concluya la solemne misa. Cuando las campanas anuncian el final de la misa, ¡llega el gran momento!. Espectáculo de luz y sonido de una traca de iniciación a la quema del Judas. El fuego alcanza por fin a Judas y todo es júbilo y vocerío en señal de alegría. En pocos minutos no queda ni rastro del apóstol traidor, aunque continúa quemándose el enorme árbol colocado en el centro de la plaza principal.
Para finalizar la fiesta los juderos y juderas agradecen a sus pueblos su colaboración y participación compartiendo una gran paella que pone punto y final a la fiesta.
Para finalizar la fiesta los juderos y juderas agradecen a sus pueblos su colaboración y participación compartiendo una gran paella que pone punto y final a la fiesta.
Juan Sánchez-NOVIEMBRE-2.016
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