domingo, 8 de enero de 2017

BACARES: “Nuestra perdiz roja de los Filabres ya no está en peligro de extinción”

BACARES:
“Nuestra perdiz roja de los Filabres ya no está en peligro de extinción”
• Vicente Sánchez, amante de la naturaleza y de los animales asegura su continuidad.
• Es el capataz de la granja municipal de Bacares y este año han nacido unos 5.000 perdigones de las 170 parejas que tiene la granja.
DIARIO de ALMERÍA
Vicente Sánchez es un avicultor vecino de Bacares que su debilidad son las aves y especialmente de nuestra única “perdiz roja”. La conoce a la perfección y sabe todos sus hábitos. Por ello quien mejor que él para dirigir la granja municipal de perdices de este municipio, que desde 2,012 ha visto nacer muchos cientos de pollitos, llamados perdigones, destinados al reclamo o para repoblar los cotos con el “sello de calidad” de la Sierra de los Filabres.
La cinegética está en auge y en Bacares las inversiones para esta modalidad deportiva son cada vez más. De hecho, su Ayuntamiento fue el primero en poner en marcha este tipo de complejo del que Sánchez es capataz. En estos cuatro años la granja cada vez tiene más peso y este 2.016 ha incrementado su producción, además de las ventas. “Este año han nacido unos 5.000 perdigones de las 170 parejas que tenemos”, explica Sánchez, quien adelanta que la intención hasta 400 parejas en 2.017.
El trabajo en la granja es complejo y requiere de una gran técnica. Una vez las crías rompen la cáscara del huevo el proceso de manipulación pasa por el traslado de las gavias a la incubadora, el marcaje para saber la procedencia a modo de trazabilidad, y el posterior vuelco a las cestas de nacimiento.
A diario es necesario controlar la humedad y temperatura de las instalaciones en aras de sacar la camada con éxito. Aquí no hay descanso, el cuidado de estos animales requiere de los 365 días del año.
La última camada que nació en la granja fue el 30 de julio, cuando 300 pollos salieron del huevo y hoy crecen en semilibertad a la espera de alcanzar el grado máximo de madurez para ser comercializadas.
Sin embargo, este año, “las parejas han estado poniendo huevos hasta el 5 de septiembre, algo fuera de lo común, pues el periodo normal va de abril hasta que los días comienzan a alargarse en verano”.
Los perdigones empiezan a volar cuando apenas cuentan 12 ó 14 días de vida y su venta se realiza entre los 5 y 12 meses de edad. En la granja pasan por cinco fases en el crecimiento: iniciación, medicalizado, transición, crecimiento y mantenimiento.
Desde el Ayuntamiento aseguran que la intención es producir 10.000 aves al año con el objetivo de poder repoblar el monte con la especie autóctona, la “perdiz roja”, que en los últimos años iba escaseando peligrosamente en nuestra Sierra debido al clima y a la sequía, cuestiones que han provocado una acusada despoblación.
Juan Sánchez-NOVIEMBRE-2.016

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