SERÓN:
“El Valle”, una preciosa pedanía de Serón.
“El Valle”, una preciosa pedanía de Serón.
Este pequeño paraíso natural se encuentra a unos 10 kilómetros de Serón, aguas arriba del Río Almanzora. Debemos ir en dirección “Los Angostos”. Pasamos el de “Abajo” y después el de “Arriba”. Aquí ya empezamos a apreciar la densa vegetación que atesora la ribera de nuestro querido Almanzora. Continuando el camino, el río se encajona y forma la llamada y conocida como “Cerrada del Angosto”, de gran belleza. No pasa demasiado tiempo cuando arribamos a “Los Vergaras” ya próximos a nuestro destino: “El Valle”. Por esta barriada pasa el “Río de las Herrerías”, mayor afluente del Almanzora junto al “Río Bacares”. Habitualmente, sobretodo en invierno, porta un caudal considerable formando en sus riberas una grandísima riqueza forestal: álamos de considerable altura, morales, almeces, zarzales, chopos…El paseo por el “Río Herrerías” es una verdadera delicia.
En uno de sus márgenes y ya derruido por el tiempo y el no uso podemos apreciar las ruinas de un antiguo molino. Un viejo y enorme álamo es “testigo mudo” de tiempo de moliendas en tiempos pretéritos. Sus cinco metros de perímetro lo hacen digno de mención.
En uno de sus márgenes y ya derruido por el tiempo y el no uso podemos apreciar las ruinas de un antiguo molino. Un viejo y enorme álamo es “testigo mudo” de tiempo de moliendas en tiempos pretéritos. Sus cinco metros de perímetro lo hacen digno de mención.
“El Valle” de Serón tiene grandes historias que contar. En 1.845, en el mismo curso del “Río Herrerías”, entre “El Angosto de Arriba” y “El Valle”, en las proximidades de la “Fuente de Los Vergaras” y al pie de la “Cueva de La Sarna”, se descubrió nitrato potásico, un abono natural que con su riqueza en potasio aporta salud y alto rendimiento a las plantas. Se construye entonces la industria denominada “La Fábrica” para la transformación de este mineral y la obtención de “nitro”, muy utilizado como abono y fertilizante en agricultura y también para la fabricación de la pólvora y explosivos. El negocio no progresó y por su mala gestión y lamentablemente hubo de cerrarse en el año 1.849
El “Catastro de La Ensenada” (1.752) indica la existencia de una fábrica de fundición de hierro, propiedad de la Marquesa de Villena. Esta “ferrería” se conocía como “Fábrica de Herrerías”, situándose en la antigua cortijada “La Herrería” por encima de “El Valle”, a la altura de las canteras y junto al río “Las Herrerías”. Esta fábrica transformaba el mineral en planchas y láminas de hierro que podían ser trabajadas por los herreros de la zona en la fragua; fue muy activa hasta finales del Siglo XIII. Estas instalaciones eran degradantes para el medio ambiente porque requerían esquilmar los montes próximos para extraer madera y convertirla en carbón para separar con el fuego la escoria del hierro. Además utilizaban el agua del río como fuente motriz que añadía contaminación al proceso.
También contaba “El Valle” y creo que aún existe una cantera de yeso con sus hornos. Una vez extraído el yeso, en los hornos se hacía un cilindro, pegado a sus paredes, con trozos de piedra de yeso lo suficientemente gruesas. Luego, sobre este, se iba levantando una bóveda a base de añadir nuevos fragmentos. En el centro de la cúpula se introducía una piedra tronco piramidal, para su cierre y estabilidad. La carga de combustible del horno, en este caso leña gruesa de pino y carrasca (principio de la deforestación de nuestra Sierra). El combustible (la leña), se realizaba por debajo del cuerpo abovedado, en el que se había dejado una puerta de carga. La cocción del yeso tardaba de 6 a 10 horas. Por los bordes del horno salía un humo negro y espeso, (más contaminación en el paraíso), mientras que por la parte central escapaba el vapor de agua (vaho) procedente de la deshidratación del yeso. Por el humo se sabía cómo iba el proceso. Acabada la cocción se procedía a la molienda de las piedras de yeso. Este proceso, antiguamente, se hacía trillando las piedras mediante un rulo o rodillo tronco cónico, elaborado con piedra y tirado por una o dos bestias (mulas, caballos o asnos). El rodillo llevaba asociado, según su eje, un cuadro de madera, con unas puntas de hierro para remover el yeso en el suelo.
Curiosamente y pese a tantas agresiones al medio ambiente, encontramos que el “río del Valle” a su pesar se encuentra recuperado y en muy buen estado, se ha regenerado y no por la acción del hombre sino por el alto grado de pluviosidad dellugar. Aún se conserva el “Malecón” que protegía las fundiciones de las grandes avenidas del río.
• Escribo esto en recuerdo de mi amigo Pedro García Castaño (Apellido adecuado al entorno ecológico). Mi amigo Pedro hoy se encuentra felizmente jubilado en Roquetas de Mar. Además de desearle felices Navidades 2.016-2.017 deseo disfrute muchos años de merecida jubilación. Yo pernocté varios días en su casa de “El Valle” allá por los años 60 y vive Dios que nunca olvidaré aquellos paraísos naturales.
Va por ti amigo Pedro.
Va por ti amigo Pedro.
• NOTAS.- Algunas ideas referidas a las diferentes industrias habidas en el lugar las he recogido de Francisco Rodríguez y de José Juan Rodríguez.
• Ese pasado tan espléndido de la zona se vino abajo por el año 1.968 y el padre de Pedro tuvo que venir a trabajar a las canteras de Macael y oh!, casualidad allí conoció a mi padre del que también fue un buen amigo. Así es la vida!!!
• Ese pasado tan espléndido de la zona se vino abajo por el año 1.968 y el padre de Pedro tuvo que venir a trabajar a las canteras de Macael y oh!, casualidad allí conoció a mi padre del que también fue un buen amigo. Así es la vida!!!
Juan Sánchez-DICIEMBRE-2.016
No hay comentarios:
Publicar un comentario