José Domingo Lentisco Puche.
Uno de los testimonios escritos más antiguos que conocemos sobre Olula del Río data de 1.647, posterior al periodo musulmán y que nos describe el lugar de la siguiente manera:
“En sitio deleitoso y agradable para la vista con buena fortaleça (fortaleza), en dicho valle del Almançora, está la villa de Oluia a quien las aguas del río la fructifican, con que abunda de todo mantenimiento siendo su cría de seda muy buenas, frutas y legumbres. Habitánla cien vecinos en una parroquia diócesis de Almería; su fundación no consta, mas de haber sido buena población de mahometanos a quien la quitaron los catolicos reyes, quando se conquisto el reino y expelidos sus moriscos, la pobló el catolico Felipe segundo, año de mil quinientos y setenta y dos” Francisco Henriquez de Jorquera. Anales del Reino de Granada y noticias…Granada, Universidad, 1.989; p. 196-197
La referencia a la “buena fortaleça” seguramente tendría relación con los restos de la construcción situados en el paraje denominado “Ver de Olula” o “Verde Olula”, de los que aún se conservan numerosos vestigios. A mediados del Siglo XIX, Madoz da la noticia de que cerca del actual casco urbano, a la espalda de la piedra conocida como “Ver de Olula” “cuya pintoresca vista ofrece singular recreo por el verde y oscuro barranco que preside”, existían “ruinas de casas y torreones con aljibe todavía útil y capaz de surtir del agua necesaria a aquel pueblo, que se cree haberse llamado Ululla y que presenta señales de haber sido plaza fuerte” (MADOZ, Diccionario geográfico estadístico… Madrid, 1.845-50. T XII, p. 265-66).
El padre Tapia supone que estas ruinas bien pudieran haber constituido un barrio de Macael denominado Río Bajo en su Libro de Apeo y Repartimiento, o bien Aratova, “lugar que anejan a Macael en la bula de erección y dotación de parroquias en 1.505”. No podemos precisar de cuando procede esta pequeña fortaleza, pero, con seguridad, en plena época árabe fue progresivamente abandonada en beneficio de un terreno más apto para el desarrollo de la agricultura, aunque situado en un montecillo de unos 450 metros de altura que domina un amplio sector del valle.
En cuanto a la diferencia utilización y confusión con el término (Olula, Ulula, Ululla, Oluia, Uleyla de Purchena u Olula de Urrácal) pudiera proceder de la existencia simultánea de una fortificación militar y un poblado agrícola; bien a la propia evolución del término; o bien a errores de transcripción. Los arábigos solían emplear el término Ulula; más tarde, Hurtado de Mendoza y Mármol de Carvajal usaban indistintamente uno u otro vocablo; por fin, en documentos de carácter fiscal o demográfico se solía asociar a Urracal o Purchena.
Frente a la escasez de datos sobre la aldea de Olula, se encuentran una abundancia relativa sobre la vecina Purchena, siendo preciso seguir a grandes rasgos la trayectoria de la importante plaza fortificada, para comprender en parte el desarrollo de la historia de Olula en estos años en que tan íntimamente ligadas estaban; hasta el punto de que Purchena, Olula y Urrácal aparecen corrientemente censadas como unidad y administradas, vendidas o donadas en conjunto a los señores feudales.
Juan Sánchez-DICIEMBRE-2.016
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